Fernando Rodríguez Ruíz, Ingeniero Técnico Forestal y Asesor Técnico de Gestión de Emergencias de Protección Civil 112 de la Junta de Andalucía, alega que los incendios forestales no dejan de evolucionar siendo cada vez mas grandes y más dañinos. Desde los años setenta ha contribuido a ello la despoblación y el abandono del medio rural y de la vida en el campo, a la misma vez que la población se ha ido desplazando y concentrando en los núcleos urbanos mas industrializados y en los más próximos a las costas.
¿Por qué se producen los incendios forestales, cuáles son las principales causas?
Las principales causas que por las que se producen los incendios forestales son las negligencias y accidentes, que tienen un porcentaje de un 50%, seguidas de las causas de intencionalidad que son un 35% aproximadamente, y, por último, se encuentran las causas naturales, como son los rayos, y la fermentación del estiércol, con un 5%. El 10% restante, lo forman las causas que se desconocen o están en investigación.
También existen otro tipo de causas que no son inmediatas, y que generando un fenómeno global de los incendios forestales. Los incendios afectan a muchos países y a todos los continentes, estamos viendo incendios en Europa, en Grecia, en Portugal, en Italia, recientemente en Alemania, en Suecia, y fuera de Europa, en otros continentes, como Estados Unidos, Australia, Canadá, Chile.
¿Qué consecuencias trae esto?
Los incendios forestales en su mayoría están provocados por las causas indirectas. Desde los años 60-70, hasta la actualidad, hay un gran abandono rural, una despoblación de los núcleos rurales, lo que conlleva a disminuir las actividades agrícolas, las actividades forestales y ganaderas. Además, todo es un círculo vicioso, porque estos incendios hacen que cambie la vida de la gente, del campo, la vegetación crece libremente, etc. Hoy en día hay muchas más parcelaciones en las propiedades que antes, los trabajos agrícolas en el monte o bosque se han reducido, y están muy limitados a los trabajos de medidas de prevención de incendios forestales. En conclusión, que el paisaje ha cambiado, ahora hay un paisaje continuo, que a la vez que están proliferando una serie de infraestructuras lineales, y de urbanizaciones, casas, viviendas, carreteras en medio del monte, viven íntimamente con el bosque.
¿Tiene que ver el cambio climático con los incendios forestales?
Sí, ya que si a lo anteriormente mencionado, le sumamos el cambio climático, obtenemos que los últimos años han sido más calurosos, más secos, con unas temperaturas medias mayores, las humedades relativas son menores, tenemos más viento, y más combustible en el bosque. Los bosques antiguamente, hace 150 años, eran abiertos, irregulares, la gente vivía en el campo, y se producían también incendios, pero eran más pequeños y controlados rápidamente.
En cambio, hoy en día lo que tenemos son incendios de gran magnitud, más rápidos, y, sobre todo, dañinos y destructivos, ya que afectan a nuestras casas, a nuestros bienes, a nuestras fincas y propiedades, a nuestros animales, etc. Estos evolucionan a gran velocidad, generando una gran cantidad de energías, con una gran intensidad, que no permite acercarse a ellos, además, los grandes incendios forestales tienen comportamientos confusos, dificultosos y engañosos.
¿Cómo es el escenario que tenemos actualmente de los incendios forestales?
El escenario que se nos plantea es un paisaje que alberga más combustible y más vegetación de la que puede soportar. Es una “manta” de vegetación, son unos bosques horizontales, verticales continuos, tenemos mucha más biomasa en el monte, son bosques densos y continuos, hay casas, población e infraestructuras, lo que conlleva a tener una complejidad más grande.
¿Qué soluciones hay ante los incendios que se han ido produciendo anteriormente como en Almonaster, Cortegana, en Huelva, en Doñana, en las Minas de Río Tinto…?
El problema viene cuando estos incendios no son neutralizados desde el primer momento, luego difícilmente, a pesar de la inyección de planificación que tenemos de medios, recursos y planes, el incendio va a evolucionar con cierta libertad. Los medios de extinción se verán ilimitados.
Cuando un incendio tiene una dinámica de este tipo, hay que aprovechar la oportunidad que te da el propio incendio, una debilidad del mismo, como es la noche, el clima o el terreno, y hay que priorizar, ante todo, tomar buenas decisiones. La primera de ella debe ser la vida humana, la segunda los bienes, y la tercera el medio ambiente.
¿Cómo actúa el Plan Infoca en estos incendios forestales?
La Junta de Andalucía cuenta con este Plan, que tiene un buen sistema de extinción y de prevención de incendios forestales. Nosotros hemos sido pioneros, junto con comunidades históricas en elaborar nuestro plan anti riesgo de incendios forestales.
El Plan Infoca está formado por buenos profesionales que están distribuidos por todo el territorio de la comunidad de Andalucía. En cada provincia existe un centro de coordinación operativo de los incendios forestales, y en cada una de ellas, hay un centro de defensa forestal donde se ubica los medios y recursos, que se despliegan automáticamente en el momento en el que surge cualquier incendio, también están distribuidos durante todo el año, de forma proporcional, y cuando hay un fuego se desplazan en helicópteros, en caso que sea necesario, intentando atajar el incendio desde el primer momento.
¿Qué cosas se puede mejorar respecto a los incendios forestales?
El sistema siempre se puede mejorar con una mejora en la gestión de terrenos, de paisajes, de territorios, y una gestión de las políticas de protección civil y emergencias.
Antes de que los montes se adueñen del mosaico vegetal, y de nuestros bosques, nosotros tenemos que parar, frenar y reflexionar acerca de la clasificación municipal, definir bien cuáles son los terrenos urbanos, rurales y urbanizables, y marcarles a ellos los condicionantes que se establezcan.
Es importante impulsar los planes municipales de emergencias y de incendios forestales. Los hábitos han cambiado en la sociedad, y, por lo tanto, hay que mejorar, y adaptar nuestros planes de emergencias e incendios. Asimismo, a nivel municipal, hay que impulsar los planes de autoprotección ante los incendios forestales, que deben de realizar todos aquellos propietarios y titulares que se encuentren dentro del bosque, como las urbanizaciones, las actividades y las industrias, y que puedan generar en algún momento una emergencia.
Evidentemente, se puede trabajar más en la concienciación de la ciudadanía, de la población y de las propias administraciones. Los montes deben de tener una ordenación y una gestión propia, sobre todo, en tratamientos agrícolas, en las podas, en cortafuegos, desglose de matorral, es decir, deben tener una limpieza efectiva del bosque.
También es fundamental recuperar los usos tradicionales en las economías rurales, porque son los que nos van a ayudar a compartimentar ese paisaje que se nos ha ido, y ha ido desapareciendo libremente, como los corcheros, los leñadores, los desgloses, los pastores…
La base de la planificación de las emergencias, de Protección Civil y del territorio, es municipal, y ahí es donde nos tenemos que apoyar para relanzar la defensa contra los incendios forestales.
Hay que tener muy claro que el fuego no es nuestro enemigo, ni siquiera lo son los incendios forestales, lo que sí lo son, son los grandes incendios forestales que se están produciendo últimamente. Hemos evolucionado de unos fuegos en primera generación, y nos encontramos con unos incendios forestales en sexta generación actualmente, que son muy destructivos y rápidos.
Tenemos que aprender a vivir con el fuego, siempre se ha vivido con él, nuestros ecosistemas mediterráneos están acostumbrados al fuego, y tienen una capacidad de respuesta posterior a ellos, tienen una capacidad de regeneración aceptable, por lo cual los bosques responderán en cuestiones de años, otros en decenas y otros en siglos hasta llegar a su estado original.
Los montes de antes no son como los de ahora, y los bosques que hay en la actualidad una vez que se quemen no van a ser como antiguamente, sino que estarán adaptados a las circunstancias de su cambio climático.
¿Cuáles son las medidas de prevención vigentes?
El Plan Infoca, que todos los años contempla una serie de medidas preventivas en todas las provincias. Entre ellas destacamos la limpieza manual o automática de las líneas cortafuegos, limpieza de la faja auxiliar a ambos lados de los caminos, y las mejoras de las infraestructuras, como pista, base, centro operativo, etc.
¿Cuáles crees que son las medidas que hacen falta y que no hay?
Tenemos un sistema de un nivel muy alto, los profesionales que los constituyen están siendo formados desde 1991, están muy preparados y especializados, tenemos bomberos forestales, una brigada de extinción, pilotos, vigilantes, conductores de vehículos autobombas…
Los incendios forestales es un toro, es una maquinaria pesada, en la que además de todos estos profesionales mencionados, hay muchos que le dan cobertura, como los teleoperadores de las centrales de emergencias de 112, el centro operativo del Plan Infoca, los agentes de medio ambiente, las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil, la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, las policías locales, la Cruz Roja, la Unidad Militar de Emergencias, etc, todas las administraciones están implicadas, desde las estatales hasta las municipales, pasando por las autonómicas y supramunicipal.
El panorama actual es que aunque los incendios están siendo cada vez más agresivos, los sistemas de extinción están respondiendo dentro de la seguridad que hay establecida para ellos